"Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida,
la muerte canta de noche y día su canción sin fin"
Rabindranath Tagore
la muerte canta de noche y día su canción sin fin"
Rabindranath Tagore
La lluvia había persistido por muchas horas, prácticamente desde el mediodía y se prolongo más allá de la medianoche, las calles lucían semidesiertas y sólo algunos atrevidos desafiaban el clima, para hacer las compras navideñas de último momento, se veían como sombras que cruzaban de un lado a otro nadie esbozaba una sonrisa, ni se respiraba la alegría en ese lugar, la noche de navidad sería diferente. Me encontraba caminando sin rumbo fijo, apesadumbrado por no sé qué cosas e invadían mi mente como mosquitos alrededor de mi cara preparados para extraer mi vital líquido. Todo en mi ser estaba desolado había un dolor, pero no como un recuerdo persistente, más bien como un sueño aletargado y perdido en la oscuridad, mi mirada yacía perdida en esa noche lluviosa y era la única evidencia de que mi ser estaba lejos de ser contagiado por el espíritu navideño...
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